miércoles, 15 de septiembre de 2010

Una especulación sobre qué hay detrás del Kirchnerismo

¿Cuál es el rasgo más potente del Kirchnerismo? ¿Cuál será, en caso de haberla, su marca firme en la cultura política argentina? Intentemos caracterizar mínimamente el fenómeno.

El Kirchnerismo presenta, según veo las cosas, tres características salientes, se propone como un populismo con ciertos aires beligerantes, actúa como una tecnología de apropiación de la memoria y opera políticamente intentando capturar la exclusividad del ideario progresista.

En el primer punto, el ejercicio del poder del Estado que lleva adelante el Kirchnerismo puede ser definido con un populismo de baja intensidad, con momentos de mayor beligerancia donde el planteo de los distintos conflictos remiten permanentemente a una fórmula confrontativa. Sostenido por postulaciones conceptuales importantes como pueden ser la de Ernesto Laclau y sus seguidores locales, la conflictividad inherente a la dinámica democrática se vacía de componentes plurales y se propone como finalista, esencialista y totalizadora. Lo que conocemos como crispación, que es una suerte de “sensación térmica de la beligerancia estatal”, no es otra cosa que el modo no democrático de ejercer el poder que permanentemente elige el gobierno en la búsqueda de su propio posicionamiento político que, de otro modo, le resultaría dificultoso ya que no tiene un programa o una dirección definida.

Como complemento, el Gobierno ha intentado, con éxito, apropiarse de la narración histórica del pasado nacional. Curiosamente, no se pronuncia desde un espacio fundacional sino más bien como restaurador de hipotéticas luces identificadas en la década del 70. Esta visión encantada de la realidad política Argentina sumado al carácter mentiroso de “su” propia participación en ella, ha convertido al Kirchnerismo en el propietario del pasado aún cuando no pueden demostrar la verosimilitud de los hechos concretos y aún cuando niegan las evidencias más ostensibles. El Gobierno usa miserablemente la tragedia Argentina para constituirse políticamente en un actor con características que no posee. El ejemplo de la negación de la actuación del gobierno radical en el juzgamiento a las juntas es demostrativo, tanto como la resistencia a discutir colectivamente la relación entre violencia y política en esos años. Pero más allá de estas consideraciones y por múltiples factores, el Kirchnerismo ha construido una situación histórica determinada que logra el consenso necesario entre muchos de los que producen los imaginarios colectivos y, al mismo tiempo, ha generado el efecto de rechazo (casi temeroso) de otros actores importantes que, por ahora no logran sobreponerse a la imagen demonizada del Kirchnerismo y, por tal motivo, no logran establecer una identidad más allá de la denuncia.

Por último, mucho menos por convicción que por verse obligado de salir de una crisis política profundísima, el Kirchnerismo se presentó a la sociedad como una variante del progresismo. Logró adhesiones en el sistema político y en el medio cultural e intelectual y eso facilitó, nobleza obliga, restaurar ciertos márgenes de enunciación y práctica política que se habían perdido. Sin ningún antecedente que los habilitase, pero con una cuota importante de desparpajo y falta de adversarios políticos de importancia, el Kirchnerismo se dedicó a establecer los límites de las condiciones de posibilidad de las políticas progresistas. Algunas medidas tan acertadas como previsibles, sumadas a la falta de una oposición con rumbo claro le permitieron al Gobierno situarse en el costado izquierdo del sistema político y habilitar desde allí discursos, acciones y palabras. Tuvo que pasar mucho tiempo para que apareciera la posibilidad, en las discusiones académicas y políticas, de establecer una crítica “por izquierda” al matrimonio Kirchner y su gobierno, aún cuando en la práctica (asociación con Moyano, acuerdos con los barones del conurbano, derechos humanos sólo hacia atrás, manipulación de índices y patoterismo de toda especie) son muchas las posibilidades de asociar al gobierno con el tradicionalismo político más conservador.

Así las cosas, la política Argentina y las próximas elecciones no tratan sólo de un recambio de elenco gubernamental o de un ejercicio crítico de acciones de gobierno. Lamentablemente, y pese a su inicial slogan, la estela del kirchnerismo es gris y, confusa y hasta violenta, nada que ver con un país en serio. Para nuestra desgracia, no podemos habitar ese lugar de normalidad que nos pediría, cada cuatro años, un aval o una negativa, pero dentro de márgenes razonables y tranquilos.

La oposición al Kirchnerismo, y me refiero aquí a la única que me preocupa, es decir, a las fuerzas progresistas que puedan confluir en un Acuerdo Cívico y Social lo más amplio posible, se verá de frente con este esquema de país planteado por Kirchner. El gobierno es mucho más que sus políticas públicas (que algunas serán buenas, otras no tanto y las demás nefastas), el gobierno es toda una manera de concebir el poder en democracia y presenta una manera de ver el mundo y un producto social. Este es el verdadero lugar donde se discutirá la política en los próximos meses o años. Lo que se pone en juego es la construcción de una sociedad, el temperamento cooperativo que aún perdure en nosotros y la posición del Estado en esa construcción. No será una discusión de indicadores o de políticas públicas concretas sino más bien, del tipo de democracia en la que se quiere vivir. La discusión vital pendulará, entonces, entre el populismo beligerante y la democracia de proximidad.

37 comentarios:

Bárbara dijo...

Bueno. Pienso que la cuestión de los DDHH es y ha sido lamentablemente bastardeada por el anterior y el actual Gobierno nacional. Mientras haya personas a quienes llamamos Compatriotas que no tengan para comer, -que se estén muriendo de hambre, que no tengan acceso a la Educación pública y en el caso de los mayores que no tengan un laburo (y no me refiero a los planes asistencialistas), aquí en Argentina NO hay Derechos Humanos.
Es que la gente se nos está muriendo, mientras pasa el tiempo y los funcionarios de turno.
Y el tiempo pasa muy pero muy rápido.

Laura dijo...

Coincido, un gobierno expresa una vision del mundo, una concepcion del poder, modos de relacion y asociacion que se incentivan o se impiden. Entiendo que las politicas publicas son una expresion de esas posiciones. Esperemos baje el clima beligerante, muchas veces quienes trabajamos en la administracion publica sentimos las presiones y las amenazas de estos grupos exagerada e injustificadamente beligerantes por el solo hecho de disentir. Por suerte, existen mecanismos juridicos para defenderse de esto, aun cuando las amenazas o los hostigamientos en general se hacen de manera anonima e indirecta (de todos modos identificables) y son otros los lugares para tratarlo, pero me parece que lo importante es que se modifique el clima y realmente se de una apertura democrática para que se pueda trabajar en el disenso.

Unknown dijo...

Muy rico, claro y conciso análisis del "ethos" kirchnerista, más allá de acuerdos y disensos con tu mirada.
No obstante, mi punto va de lleno al último párrafo del post. ¿No crees que numerosas fuerzas que componen el ACyS, o que virtualmente podrían integrarlo, participan de esa visión del Conflicto Político de corte esencialista y totalizador, "amigo-enemigo" según el cual la posición ocupada ante cada conflicto particular viene dada por su relación con el kirchnerismo y ante y con el cual es imposible de antemano plantearse algún "diálogo"? Me refiero, como mínimo, al proceso desplegado post elecciones legislativas nacionales de 2009, de AUH hasta Papel Prensa, en el que más allá de las políticas públicas en sí propias, la imagen de construcción de poder en democracia que dejó la oposición no regala una visión esperanzadora para asequir esa otra "manera de ver el mundo"...Esperanza que no aparece en el horizonte, y sin la cual cualquier construcción política carece de potencia (más aún cuando tampoco esa oposición parece tener claro, desde su programa concreto de policies, qué rumbo tomar si logran ser gobierno en 14 meses).
Abrazo,

Laura dijo...

aclaro: la mayoría de los trabajadores de los lugares donde se deciden las politicas publicas tenemos contratos que se renuevan anualmente; muchas veces, llegado diciembre (se pasan muy rápido estos meses) comienzan las presiones. A veces el hostigamiento es por cuestiones personales (entre la mujeres esto es pateticamente peor) los hostigamientos muchas veces se producen a través de los blogs, en algunos casos utilizando nombres para crear historias imaginarias de sufrimiento, etc, en relatos, cartas... También en los lugares de trabajo, hay quienes estamos particularmente preocupados por esto y viendo cómo podemos evitarlo. El "clima de opinión" no es una cuestion de adorno de quienes nos interesamos por los discursos sociales, son modos concretos de ejercer la violencia. Esto lamentablemente existe, es parte del "relato" sobre el que me parece necesario reflexionar, tomar recaudos y contar con los recursos para defender el derecho al trabajo y para crear nuevos modos de relacionarse con el poder, que sea el poder de hacer cosas de beneficio colectivo. De verdar me parece que estos espacios son buenas oportunidades para reflexionar y para tomar conciencia de la gravedad de algunos mecanismos que se consideran un divertimento o un juego

Martin dijo...

Tantas palabras para decir nada. "Pais Normal". El kirchnerismo es una expresion legitima de parte mayoritaria de la Argentina, y como tal no es ni buena ni mala, es solamente legitima. Lo que a vos no te gusta, a otros (mas), si. Estas haciendo un analisis moralista de politica. Y politica y moral no son lo mismo.

Laura dijo...

Martín, yo entendí que la cuestión iba a cómo conviven los "más" que legitiman un gobierno con los menos que legítimamente disienten, como se piensa esa convivencia desde una posicion política. Eso entendí , lo de normal en el sentido de no profundizar enfrentamientos para fortalecer proyectos por la contraria. Lo de moral y políitca, lo dejo...ya a esta hora y mientras hago otra cosa no puedo. Saludos

Max Yopgaard dijo...

Muy buena la especulación sobre el kirchnerismo.

De Gabriel: "Lo que se pone en juego es la construcción de una sociedad, el temperamento cooperativo que aún perdure en nosotros y la posición del Estado en esa construcción".

De Laura: "...tomar conciencia de la gravedad de algunos mecanismos que se consideran un divertimento o un juego".

De Martín: "Pais Normal".
"Estas haciendo un analisis moralista de politica. Y politica y moral no son lo mismo".

Guau!!! Todo esto da para rato. Por ahora me es suficiente con que se haya planteado y ojalá plantado.

Gabriel Palumbo dijo...

Martín, que el Kirchnerismo es una expresión legítima, no puede haber duda y la entrada no niega eso. De allí a ir tan lejos como vos en decir que por ser legítima, no es buena ni mala, me suena un poco temerario, ya no es la consideración sino en la imposibilidad de decir algo sobre él. Lo del análisis moralista de la política, lo leí tres veces más y no lo encontré.
Señala bien Laura qeu el problema que planteo, y sobre el que escribí también otras entradas y otros ensyos, es sobre el carácter finalista con el que se presentan los conflictos y los problemas que eso trae para la visa democrática.
Raulo, esperemos que efectivamente dé para rato.
De todos modos a mi me interesaba más la última parte y por eso me quedo con lo que escribió Juan Pablo. Me parece que el tema es que el gobierno ha generado esta política de suma cero que significa el enfrentamiento totalizador, y además están las cuestiones de caracterización de la política pública, esto es, si se presenta como universal algo que no lo es, no pretenderás que te aplaudan. Y después está la política y sus temporalidades. Un lindo embrollo para pensar.

Laura dijo...

disculpen la insistencia, pero es un tema que me ocupa particularmente desde hace algunos meses y no quiero deja de subrayar que muchas veces quienes discutimos , por ejemplo, acá, despues nos vemos en lugares de trabajo (no siempre esto se reconoce explícitamente pero todos nos conocemos, a veces son las amigas de, etc) y es cuando este carácter finalista se traduce en agresiones y hostigamientos que atentan contra derechos más que básicos para cualquiera que se presente como en favor d eun gobierno democrático. Es un "ethos" visible, corroborable, preocupante y presente. Hay además una política explícita de intervenir en blogs (de los mismos que vemos o las amigas de las que vemos a diario en el trabajo) y en los blogs de nuestros amigos para molestar, continuar el hostigamiento, y, lo que es peor, recabar datos personales. Es grave y merece ser considerado, a eso me refería, Raulo, cuando se asume la beligerancia se justifcan actos ilícitos e injustificables y, por supuesto, puedo justificar y corroborar lo que digo, a eso me refiero también, Bárbara, ya que coinicidimos en la preocupacion por la falta efectiva del cumplimiento de los derechos humanos

Gabriel Palumbo dijo...

Laura, es cierto que parece haber una buena cantidad de personas dedicadas a replicar la lógica de enfrentamientos. Algo de eso tuvimos en el blog con la entrada de las murgas. La propia dinámica de la herramienta hace que lo que tiene de bueno también lo tenga de malo. Mientras esto sea tolerable, no moderaré los comentarios, pero si se torno desagradable si lo voy a hacer porque me interesa cuidar el ámbito de discusión posible que habilita el blog.

Gabriel Palumbo dijo...

Laura, es cierto que parece haber una buena cantidad de personas dedicadas a replicar la lógica de enfrentamientos. Algo de eso tuvimos en el blog con la entrada de las murgas. La propia dinámica de la herramienta hace que lo que tiene de bueno también lo tenga de malo. Mientras esto sea tolerable, no moderaré los comentarios, pero si se torno desagradable si lo voy a hacer porque me interesa cuidar el ámbito de discusión posible que habilita el blog.

Laura dijo...

Gracias, Gabriel

Max Yopgaard dijo...

Laura, ahora se entiende perfecto. Me gustaría hacer extensivos los mecanismos a toda la política, lo que para mí llaman el juego político. La política como estrategia, lo cual no está mal, pero el tema es que vale todo. Y acá entra lo que le pasa a Laura y otros, las tres características del kirchnerismo, vale que mientras tanto se mueran las personas de hambre, vale vender remedios truchos, vale traficar droga, y no sé que más vale, no soy de dar muchos argumentos je. Pero esto está instalado, es así, por eso dicen que hay que embarrarse en política. Que pasa con los que no les gusta o no quieren embarrarse. Y si se embarran esperemos que se puedan dar una duchita o dos y limpiarse.

Gabriel, tirás la piedra (más que piedra, bomba atómica) y escondés la mano (más que la mano, el Enola Gay). Lo redujiste a populismo beligerante (kirchnerismo?) o democracia de proximidad (AcCyS?). Se ve que no hay mucha pluralidad en la discusión por la construcción de la sociedad y la posición del Estado. No tengo nada que decir y que hacer, votaré en 2011 por uno u otro.

Max Yopgaard dijo...

Perdón, Gabriel, es problable que ese sea el escenario que planteas, no quiero contradecir eso.
Me desilusiona que semejante frase se agote en tan poco.

Felipe dijo...

Gabriel, ~


"La discusión vital pendulará, entonces, entre el populismo beligerante y la democracia de proximidad"

En latinoamerica la poca democracia real que hubo; raramente se dio fuera del populismo (no quiero decir por esto que TODOS los populismos fueron garantia de democracia real)

Parafraseando al viejo Laclau; en la europa del SigloXIX las corrientes liberales y democraticas hicieron una sintesis.
No es el caso de latinoamerica donde nuestros liberales criollos todavia no se convencieron de las virtudes de la democracia

Sin embargo no pierdo la esperanza que en este siglo XXI nuestros liberales al sur del Rio Grande lo puedan conseguir... siempre y cuando los excesos de papaya, guacamole o tortafrita no les adormezcan el entusiasmo

Mientras tanto :

Alerta
Alerta
Alerta que camina
La espada de Bolivar por America Latina

... ah y la de San Martin tambien

Gabriel Palumbo dijo...

Mire Felipe, sobre el futuro liberal de america latina no tengo nada que decir, la verdad es que ni siquiera creo en esa unidad.
De Argentina, que es de lo único que me animo a hablar, y el futuro de su liberalismo, alguna cosa se puede decir. La primera es que, mal que les pese a los populistas, la argentina nació liberal y semejante fenómeno la ha inmunizado un poquito, sólo un poquito de otras tentaciones autoritarias. El futuro se debate, claramente entre la constinuidad del populismo de confrontonción y una forma de la democracia más abierta, más plural, menos confrontativa. La otra opción es que el peronismo se vuelva a trasvestir, está vez con ropajes otros, más conservadores clásicos que el Kirchnerismo y que la ciudadanía los acompañe. Mi deseo es que la discusión firme sea la primera y le juro que haré todo lo posible para que triunfe la versión más liberal, o sea la más democrática.
Y yo podría cantar

Alerta
alerta
alerta que camina
por toda la Argentina
la figura Sarmientina

Felipe dijo...

Quien Decia que nô hay que ahorrar sangre de gaucho ?

Max Yopgaard dijo...

Bueno che, podrían caminar todos juntos, Bolívar, San Martín y Sarmiento. Capaz que en 200 años aprendieron algo de sus errores.

Laura dijo...

menos mal Raulo, contemporizando, ya estaba aterrorizada con tus últimas declaraciones

Max Yopgaard dijo...

jaja, ¿con cuales? ¿por lo de los mecanismos y juegos políticos? Está instalado que es así, me faltó decir lamentablemente. Lo veo en las agrupaciones estudiantiles. Reproducen el sistema político, lamentablemente. Es raro. Pero parece que si no te comportás de esa manera, te convertís en presa. Esto es casi Hobbesiano. Haría falta un nuevo pacto, y acá entra la construcción de la sociedad y la posición del Estado, pero ya me voy por las ramas.

Laura dijo...

no,. no, presa no creo eh...pero vaya, vaya por las ramas nomás, yo sigo camino también que ya estuve mucho con esto.

Felipe dijo...

Nestor mi buen amigo
en el Luna volveremo a estar contigo
militaremos de sol a sol
somos l'os pibes los soldados de Laclau

nô me importa lo que digan
los gorilas de la QUILT
vamos todos con CRistina
a liberar el pais

...acepto aplausos por esta apasionadas epistolas que son de mi autoria

Jopa dijo...

Gabriel,

Comparto tu apreciación de que el kirchnerismo no puede ser evaluado en términos de políticas públicas, porque representa todo un proyecto de transformación cultural de la Argentina. Comparto además que ese proyecto es potencialmente peligroso para la consolidación de una democracia pluralista. Desacuerdo, sin embargo, con algunos elementos de tu análisis.

No me parece que este sea un populismo de baja intensidad. Por el contrario, creo que es propio del populismo alternar momentos de confrontación con momentos de conciliación (como sostiene Aboy Carlés en contraposición a Laclau). La distinción me parece importante, ya que implica que los frenos a las tendencias confrontativas del gobierno no son solamente externos, sino también internos.

Me parece también que ponés mucho énfasis en los efectos demonizadores generados por el kirchnerismo, sin tener en cuenta las deficiencias, tanto estructurales como personales, de los sectores opositores. Me parece que el repunte del kirchnerismo tras la derrota electoral del año pasado, se explica en gran medida a partir de ello.

Por último, me parece exagerado decir que el gobierno no tiene una dirección definida. Creo en varios aspectos sí la tiene, y ha mostrado bastante persistencia en seguirla. El problema, para mí, es que esa dirección suele ser equivocada, como suele ser equivocado no ser más flexible ante ciertos escenarios.

Gabriel Palumbo dijo...

Jopa, muy buen comentario. Paso a explicarme un poco mejor. Lo de populismo de baja intesidad refiere a que el Kirchnerismo no avanza sobre componentes centrales de la democracia, como sí lo hacen Venezuela y Ecuador. En mi opinión, esto es así en aprte po falta de una verdadera vocación y otro poco porque la cultura política argentina todavía mantiene componentes liberales que hacen más compleje ese avance, aún cuando estaoy lejos de pensar que esos elementos son a perpetuidad. Sobre las deficiencias de la oposición, hay posteos enteros dedicados a eso y es mi mayor preocupación, sólo que en esta entrada la caracterización del Kirchnerismo se llevó la mayor parte. Y, en ese sentido, y sobre la dirección de este gobierno, mantengo lo dicho, creo que el gobierno usa, bien, los elementos de la economía y su relación con el medio internacional, algo así como el viento de cola y que después, loúnico que tiene como método, y eso no constituye una dirección estratégica, es la confrontación. Lo que definitivamente este gobierno no tiene es una dirección "popular", nadie puede decir eso de un gobierno que, tras ocho años de ejercicio, no tocó la renta financiera, no gravó la explotación minera y mantiene el iva del 21% hasta en el pan y la leche.

Max Yopgaard dijo...

Muy lindos los últimos 2 comentarios. Aclaran muchas cosas sobre el kirchnerismo.

Pero si lo que busca es "una forma de la democracia más abierta, más plural, menos confrontativa" es cierto que hay que tener en cuenta al gobierno y a la oposición, pero no depende únicamente de ellos, es más, no se si son la parte mas importante del problema (capáz que sí).

Porque todos hablamos de democracia pero la verdad es que no se si la sociedad es democrática. ¿Y el capitalismo? Me refiero a como funciona la economía y que sin dudas influye en la sociedad. Faltaría que una sociedad más democrática influyera en la economía y que la economía se deje influir.

Porque, que me importa el que tengo al lado si yo no tengo mi lcd. Primero el lcd y después veo si puedo ayudar al que tengo al lado si es que no me quedo mirando un canal cultural. (se pensaban que iba a decir Tinelli).

Son todas preguntas que creo son conocidas y para las cuales no tengo respuesta. ¿Será que depende de cada uno y de todos al mismo tiempo?

Max Yopgaard dijo...

Me olvidaba de una cosita, la posición del Estado que tanto me preocupa.

"Porque, que me importa el que tengo al lado si yo no tengo mi lcd. Primero el lcd y después veo si puedo ayudar al que tengo al lado si es que no me quedo mirando un canal cultural. (se pensaban que iba a decir Tinelli)". Mientras miro el canal cultural digo, para eso pagamos los impuestos, de eso se encarga el Estado. ¿De que se encarga el Estado?

Max Yopgaard dijo...

Por más democrático que sea el Acuerdo Cívico y Social va a tener que dar una batalla bíblica para lograr "una forma de la democracia más abierta, más plural, menos confrontativa". Porque doy por sentado que la democracia es IGUALDAD Y LIBERTAD. Y con todo lo que caminamos, no sé si la sociedad (tal vez una parte que nadie identifica, será un fantasma) quiere eso. Se ve que lo de la memoria es una frase hecha que suena lindo decirla. Y ni qui hablar lo de aprender de los errores.

Max Yopgaard dijo...

A no ser que la democracia sea mantener el conflicto en términos pacíficos, o barrer los problemas bajo la alfombra.

Porque una vez nos preguntaron ¿saben por que la sociedad tolera la desigualdad (unos que mueren por sus excesos y otros por la pobreza)? Nadie dio la respuesta. El profesor dijo, por que hay regimen político.

Muchachos pongamonos de acuerdo, ¿ustedes están hablando de regimen político y yo de otra cosa?, o estoy loco, lo que podría ser cierto.

Profesor Jirafales dijo...

Brillante analisis, de la obsesion por el telato y la reconstruccion de lo acontecido en los setenta no me preocupa mucho, forma parte del cotillon oficialista y su busqueda de épica. respecto al tercer punto, el desafio estara en la construccion de una alternativa plural y progresista que no se pare a la derecha.

Jopa dijo...

Gabriel, gracias por las aclaraciones. Creo que habría mucho para discutir sobre la "dirección" de este gobierno. Pero estoy de acuerdo en que, si el objetivo es generar una sociedad más igualitaria, hasta ahora se ha avanzado muy poco en transformaciones estructurales que vayan en ese sentido.

Max Yopgaard dijo...

"Pero estoy de acuerdo en que, si el objetivo es generar una sociedad más igualitaria, hasta ahora se ha avanzado muy poco en transformaciones estructurales que vayan en ese sentido". Aca tenemos un pequeño problema, que viene de arrastre de no sé, miles de años.

Tengo 24 años, si llego a los 80, para esa altura Kirchner va a cumplir 40 años en su tumba. Y lo mismo que estamos discutiendo hoy lo vamos a discutir acerca de Montoto en el año 2050. Pero el pequeño problema seguirá y seguirá, ¿por que? está claro que es porque tenemos miedo, miedo de dar el primer paso. Porque eso significaría reconocer que somos como sociedad bastante torpes por no decir otra cosa. Mientras tanto sigamos con la mentira, contuinemos mintiendonos.

Al menos es una explicación, bastante benevola por cierto.

Laura dijo...

¿me repetís las cuentas? no entendi

Laura dijo...

¿me repetís las cuentas? no entendi

Max Yopgaard dijo...

ajjaj, ni pensé las cuentas, margen de error 10 años, jaj.
Ojo, no quiero decir que no importe la coyuntura política. Hay que estar bien despiertos con estas cosas. Simplemente me preocupa que no veo reacción seria en el otro sentido. Nos quedamos encerrados en el hecho político. El otro sentido no es la utopía de Moro ni nada por el estilo. El otro sentido habría que pensarlo entre todos, la igualdad. Quien quiere pensarlo seriamente, no sé. Seguro que son pavadas de un estudiante, asi que no te preocupes demasiado.

Max Yopgaard dijo...

Bah, que se yo, capaz como sociedad nos conviene que haya pobres y muertos de hambre, sino no funcionamos.
Pura fantasía mía.

A algunos parece que les da lo mismo, a otros les dijeron que los pobres son virtuales (no están en el sist productivo, no existen), a otros les dijeron que entre otros males son consecuencias no intencionadas de la acción (por favorrrrrr), a mi no me da lo mismo.

Me despido hasta la próxima. Dejo de arruinarles el blog.
Saludos

Laura dijo...

entendi "saludos" lo demás no, asi que saludos, lo del blog no me hago cargo porque es de un tal Palumbo.

Gabriel Palumbo dijo...

Un tal Palumbo suena medio medio Laura